Los actos vandálicos que en los últimos meses han afectado al barrio La Carabina de Chiclana, ha supuesto un coste de 30.000 euros a la Delegación Municipal de Vías y Obras. Así lo afirmó la concejala del ramo, Susana Moreno, quien explicó que esta cuantía económica se ha empleado en la reposición del cableado público para posibilitar el «óptimo alumbrado alumbrado allí, pero los continuos actos de vandalismo impiden el normal funcionamiento de los servicios básicos que desarrolla el Consistorio».
Las recientes reclamaciones de los vecinos de La Carabina se centraban precisamente en la falta de alumbrado público que sufren en los últimos días y que achacaron a una falta de actuación por parte del Ayuntamiento de Chiclana. Sin embargo, Moreno defendió la labor que desde su delegación se está llevando a cabo en esta barriada y negó tajantemente que haya «ningún tipo de abandono o falta de atención en La Carabina». En este sentido resaltó que en los últimos meses se han desarrollado «más de una decena de intervenciones para reponer cableado eléctrico que ha sufrido desperfectos o robos, lo que origina apagones en dicha zona».
Quiso destacar que las actuaciones que se realizan desde la Delegación de Vías y Obras son «rápidas y eficaces», pero que en ocasiones se ven mermadas por un «problema de robo constante» de todo el cableado público que instalan desde el Ayuntamiento, «incluso muy pocas horas después de haberlo colocado», subrayó la concejala.
Por todo ello, Moreno apeló a la colaboración ciudadana explicando que cada vez que se producen este tipo de hurtos, «no sólo se perjudica a los vecinos de La Carabina, a los que privan de luz pública, sino también a todos los chiclaneros, que costean la reposición de los elementos objeto de vandalismo».
Además, desde el Consistorio hicieron hincapié en que estos argumentos también están avalados tanto por la empresa concesionaria del mantenimiento del alumbrado público, Moneleg, como por la Policía Local de Chiclana, según informaron desde La Voz Digital.