Durante la mañana del pasado martes día 4, agentes de la Guardia Civil, de la Policía Local y efectivos de los servicios sanitarios hubieron de personarse en el Cementerio de Chiclana a causa de una agresión a un operario. Los hechos tuvieron lugar al mediodía, durante el sepelio de un miembro de una familia de etnia gitana.
Fuentes del propio cementerio explicaron que el incidente sucedió en el momento en el que los operarios se disponían a elevar el féretro para introducirlo en uno de los nichos. Debido a un fallo en la máquina elevadora el ataúd se precipitó al suelo sufriendo grabes daños que provocaron su rotura.
La tensión por lo ocurrido desembocó en un cruce de insultos y la agresión por parte de algunos familiares a uno de los dos operarios que prestaban el servicio. Ambos operarios tuvieron que recibir asistencia médica, uno por un ataque de ansiedad y el segundo por heridas de diversa consideración sufridas en la agresión, lo que aconsejó su traslado al hospital de Puerto Real.
Con la presencia de las fuerzas del orden, los nervios se fueron templando y el propio cementerio se encargó de sustituir el ataúd dañado y dar sepultura al difunto.
Finalmente, el operario agredido recibió el alta horas después y decidió no presentar denuncia contra sus agresores.