Ayer 6 de abril, se recuperaron los cuerpos de Gustavo Virués y José Antonio Martínez, los dos montañeros españoles accidentados hace varios días en el fondo de un barranco en el Atlas marroquí.
Sin embargo, los cadáveres no se podrán trasladar a Uarzazate, la ciudad más cercana, debido a las malas condiciones meteorológicas. Según un responsable del Ministerio de Sanidad de dicha ciudad, la repatriación a España de los cuerpos deberá de esperar hasta que mejore el tiempo en la zona.
Las tareas de rescate de los cadáveres de los dos montañeros españoles ha resultado bastante complicado porque se encontraban a 400 metros de profundidad del primer lugar accesible a pie.
El barranco en el que ambos espeleólogos perdieron la vida se estrecha en pasillos de sólo 40 centímetros de ancho, por el que tuvieron que ser sacados los dos cuerpos para subirlos a la superficie.
El embajador de España en Marruecos ha solicitado al Ministerio de Asuntos Exteriores del país que agilice los trámites de repatriación de los dos fallecidos y del compañero que pudo ser rescatado con vida.
Según la Consejería de Interior en Rabat (Marruecos) ha informado que Juan Bolivar, el deportista superviviente, se encuentra “estabilizado y descansado”.
Para colaborar con las autoridades marroquíes España envió a la zona a tres agentes de la Guardia Civil del Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) y a tres agentes del GEO de la Policía Nacional.
Tanto el presidente de la Federación Andaluza de Montañismo (FAM), Julio Perea, como el de la Federación Española de Espeleología, Juan Carlos López Casas, han cuestionado la eficacia del rescate desarrollado por las autoridades marroquíes. Además, han señalado que este accidente en España hubiese tenido otro desenlace, ya que la Guardia Civil lleva a cabo un rescate en cuarenta y ocho horas.
La familia del chiclanero fallecido Gustavo Virués no quiere polemizar el tema, solo desean que el cuerpo de su familiar llegue a casa.