Chiclana sigue de luto por lo ocurrido el pasado jueves en la Taberna La Lola, en el callejón de la Rosa en la Alameda Solano. Sin embargo, el 4 de agosto de 1989 ocurrió algo parecido pero con otro protagonista, aunque no tan lejano al suceso de la semana pasada. En el suceso del jueves fue José Antonio Mesa el que supuestamente le quitó la vida a su socio Pedro Barragán asestándole 11 puñaladas mortales, en el crimen de 1989 fue el padre de Mesa el que fue asesinado hace 26 años en circunstancias similares.
Al enterarse de lo ocurrido, lo vecinos rememoraban lo ocurrido este agosto del 89 en la Carretera del Marquesado, en la Venta Tocino, a la altura del carril Paro del Rey. Manuel Ángel Jaén, propietario del establecimiento, se estremecía al recordar los duros momentos ocurrido hace más de veinte años.
Según recuerda Jaén, el padre de José Antonio Mesa, murió cuando un socio suyo le pegó un tiro de escopeta. En esta ocasión, el asesino decidió acabar con su vida por unas discordias existente por unas tierras que ambos tenían en común.
Después de varios encontronazos, el socio de éste puso fin a este enfrentamiento disparándole con una escopeta a Mesa, cuando éste accedió al terreno a pedir cuentas de nuevo. Por dicho suceso, el socio, que respondía a las elecciones de J.A.M., fue juzgado y cumplió condena por un homicidio con premeditación.
El tesorero de la Peña Flamenca Chiclanera, Carlos Viejo, conocía a Mesa por ser éste aficionado del flamenco, al conocer el suceso rememoraba que “solía frecuentar su bar, era un chaval muy buena gente, muy simpático”. Además, Viejo recordó que el padre de Mesa falleció en unas circunstancias parecidas, y ahora él había repetido lo que le hicieron a su padre.
El presunto asesino pasó este viernes a disposición de la autoridad judicial, ha sido el juzgado nº 4 de Chiclana el que se encargará de la investigación. Después de declarar el juez ordenó su ingreso en prisión provisional en las instalaciones del Puerto II.
Por otra parte, el entorno del fallecido, Pedro Barragán, prefieren guardar silencio mientras que se investigan las causas de los hechos.