Para disfrutar de esta sopa, lo mejor que podemos hacer es darnos un paseo por el monte, tijera en mano. No hay que confundir los trigueros con los espárragos verdes que venden en algunos puestos del mercado. Los trigueros son más finos, largos y poseen un amargor diferente. Aunque en muchas ocasiones se pueden confundir, hay que tener en cuenta que los trigueros son silvestres y crecen a mediados de invierno. Reciben este nombre porque se recolectaban en los campos de trigo antes de que este brotara. Hoy en día casi se han perdido las esparragueras en las zonas de cultivo, pero se encuentran en caminos, tierras secas y pedregosas o junto a algunos árboles.
Los espárragos trigueros son ricos en fibra, por lo que van muy bien para el tránsito intestinal siempre que no se consuman hechos puré. Tienen vitaminas, minerales y antioxidantes, son muy fáciles de digerir y son diuréticos.
Ingredientes para cuatro personas
- 1/2 Kg. de espárragos trigueros
- 4 dientes de ajo
- una rebanada de pan
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Elaboración
En una cacerola amplia calentar el aceite de oliva y freír los dientes de ajo troceados, con cuidado de que tomen color pero sin llegar a quemarse, ya que amargan. Retirar y reservar el ajo. Freír ahora la rebanada de pan hasta dorarla. En un mortero machacar bien el ajo y el pan frito.
A continuación rehogamos los espárragos trigueros unos minutos, añadimos el majado de pan y ajo y un poco de agua. Dejar cocer a fuego lento hasta que los espárragos queden tiernos y servir caliente en platos individuales. Si podéis utilizar trigueros en lugar de espárragos verdes, mejor que mejor. La sopa ganará muchos enteros.
Extraído del libro «La cocina tradicional en Chiclana»