Este si que es un plato “fondo de nevera”, que además se puede congelar con lo que con un poco de esfuerzo de pueden solucionar muchas comidas. Está mucho más bueno de un día para otro, aparte de que es como mejor se corta, cuando la carne está fría y reposada. Se puede hacer con roti, cabeza de lomo o carne de jamón.
Para mechar la carne se puede utilizar un cuchillo de filetear o de los de cortar jamón, aunque así hay que echarle un poco de habilidad al asunto. Existe otra alternativa que es utilizar una aguja de mechar. Permite abrir orificios en la carne a la vez que los rellena. Normalmente se introducen ingredientes que hagan al corte de carne más jugoso, panceta, bacon, tocino… pero también otros como cebollitas, ajos, trozos de zanahoria o de setas.
Como acompañamiento va muy bien un pisto de verduras, salsa de miel y mostaza o un alioli.
Yo personalmente prefiero hacerme un buen bocadillo de pan de chapata crujiente con carne mechada, rodajas de tomate y un buen chorreón de aceite de oliva.
Ingredientes
- 2 Kg. de carne de cerdo en una pieza (cabeza de lomo o jamón)
- 1 l. de vino
- Pimienta negra en grano
- 2 cabezas de ajos
- Jamón serrano curado con bastante tocino
Elaboración
Con la ayuda de la aguja de mechar vamos insertando en la carne ajos enteros o partidos por la mitad, granos de pimienta y trozos de jamón; procurando que sean trozos que contengan tocino. Esto además de sabor permite que la carne no esté para nada seca, sino muy jugosa. Salpimentar también por fuera. Para que la pieza no pierda su forma se puede atar con cuerda de bridar o utilizar una redecilla para carne.
Introducir en una olla cubierta por el vino. Cocer a fuego lento hasta que esté hecho (unas dos horas). Se sirve frío, cortado en rodajas finas y acompañado de zumo de limón (Cádiz style).
