Irse de mercadillo en Chiclana de la Frontera, en verano ­tiempo de MelkArt, la Feria de Artesanía en Chiclana­ o en cualquier época del año, es una experiencia para todos: participativa, festiva, relajada y, por qué no decirlo, muy práctica. Quienes están detrás de cada puesto, tienen una excelente oportunidad para vender productos muy especiales (nuevos o de segunda mano). El público pasea, mira, se detiene, charla con quienes mercadean con amor y mimo: ya sean objetos de decoración para poner la casa bonita, jabones corporales o artesanías en cuero. Rastros, mercadillos, ferias de oportunidades (los conocidos ‘outlet’), de segunda mano, de discos, de coches, mercadillos ecológicos… Son lugares para dar una vuelta y buscar esto que nos hace falta, aquello de lo que nos hemos quedado prendados. Lugares para ver gente, encontrarse con vecinos, gente con la que se comparten aficiones y gustos. La cultura del mercadillo, todavía más en tiempos de crisis, ha incentivado otra manera de hacer la compra, un comercio con rostro ­más­ humano.

Artesania en Chiclana. EsparterosMelkArt, por ejemplo, es una feria de artesanía en Chiclana estacional (bautizada así en honor a Melkart, el dios púnico: Heracles para los griegos, Hércules para los romanos). El verano, período en el que la localidad aumenta su población gracias al turismo, es el momento propicio para conocer un mercadillo que asienta desde 2008 sus puestos en la Tercera Pista de La Barrosa ­en las inmediaciones de Novo Sancti Petri, el sitio turístico por excelencia chiclanero­. Y no solamente es un lugar para comprar cosas: MelkArt celebra celebra eventos, propone degustaciones, actividades, sorteos, premios…

Y cuenta con un espacio para los peques de la casa (la ludoteca, que cuenta con infinidad de juegos y atracciones, a cual más divertida). Arranca finales de junio, hasta la primera semana de septiembre; es entonces cuando la playa se convierte en ‘meeting point’ durante la tarde­noche, desde las 20:00 horas a la 1 de la madrugada.