• Campo de Fútbol con césped artificial (100 x 57 metros)
• Módulo de 4 vestuarios, almacén y oficina de la Escuela de Fútbol A.P.A. Sancti Petri

Corría el año 1986 en Chiclana de la Frontera cuando se levantó el Campo de Fútbol CEIP “El Trovador”, el que sería lugar para el entrenamiento de los niños inscritos en la Escuela de Fútbol A.P.A. Sancti Petri. La superficie de esta instalación deportiva, muy importante para el desarrollo del fútbol base en la ciudad, tenía 6.506 metros cuadrados; vecino del Campo Municipal de Deportes ­-el “Campo Fútbol” construido a mediados de los años cincuenta-­, ha sido el lugar donde se ha formado, futbolísticamente hablando, a un número importante de escolares. A orillas del río Iro, y de forma anexa al centro escolar que da nombre al pequeño estadio: el CEIP “El Trovador”, bautizado así en en honor a la inmortal obra de Antonio García Gutiérrez. Se trata de una instalación deportiva de largo recorrido, que ha pasado por un par de remodelaciones y ampliaciones importantes (en 2001 y 2005). Forma parte del circuito futbolero local, que además del vetusto Campo Municipal de Deportes cuenta igualmente con seis estadios de fútbol más. Lejos quedan ya los tiempos del albero, cuando los chavales jugaban sobre la tierra.

Hoy en día es el césped artificial el que se ha impuesto en el terreno de juego, pero en los ochenta la tierra mandaba. En la base del fútbol, en aquellos campos, era donde empezaba –donde aún hoy empieza­ todo-. Lo expresaba en 2007 y con suma ternura este bloguero, en el ámbito del fútbol modesto: “¿Quién dijo que en el fútbol modesto no hay estrellas? […] No hay más que fijarse en las alineaciones de los equipos de Tercera para abajo y encontraremos Maradonas, Schusters, Romarios, Guardiolas y hasta Koemans”. Porque si ha habido un jugador presente en las categorías inferiores, ése ha sido Schuster: no había equipo en el que no militara un chaval rubio con melena y centrocampista. En Bollullos, en el Montilla, en el Vejer… Y “también en el Chiclana C.F.”, donde un tal Schuster vistió su camiseta años atrás (para luego terminar en el fútbol valenciano).

El fútbol importa

La instalación del césped artificial en el campo del colegio “El Trovador” fue recibida con alegría, como ocurrió en otros campos del estilo. Era -­y es-­ un símbolo de adaptación a los tiempos, altamente positivo. El fútbol importa mucho a tiernas edades, al fin y al cabo “los niños y jóvenes participan en esta estructura que los prepara para la vida adulta, para la asimilación del éxito y el fracaso, a través de esa conjunción compleja, mezcla de juego, trabajo, ocio y deporte que está presente en el fútbol”, dice el interesante recopilatorio de ensayos “Culturas en juego: ensayos de antropología del deporte en España” (2003), coordinado por Francisco Xavier Medina y Ricardo Sánchez.