¿Pueden unas bodegas de Chiclana llamar la atención de los especialistas en cicloturismo? Pues sí. La Bodega El Carretero fue incluida, hace unos años, como punto de interés turístico para las rutas programadas por una de las empresas europeas que lideran el turismo en bicicleta -Max Hürzeler-. La compañía alemana consideró la bodegarestaurante chiclanera como lugar de paso obligado para rutas ciclistas temáticas que tuvieran que ver con la cultura del vino; así apareció en su Bicycle Holidays. Así que el vino y el ciclismo no están reñidos, ni mucho menos. Otra forma de disfrutar del tiempo libre es posible, y en esta vetusta bodega, que abrió sus puertas en 1857, lo tienen clarísimo. En 2007 celebraron el centenario: manteniendo el carácter de unas instalaciones cuidadas con mimo familiar, desde el siglo XIX hasta hoy. Especializándose como lugar de eventos inolvidables, sirviendo de escenario a actividades culturales (desde exposiciones a actos del Ateneo Literario, Artístico y Científico chiclanero), y poniendo a disposición de su clientela su magnífica carta de vinos, productos escogidos de una bodega muy tradicional.
Juan Manuel Figuereo – en su blog De copas con Baco-, se detiene en El Carretero a cuenta de la edad de la inocencia (esa en la que empezábamos a descubrir la vida: también el vino). Y relata la historia de la bodega: a mediados del siglo XIX, la familia que la regentaba alternaba la vitivinicultura con la construcción de carretas… ¡La necesidad obliga a diversificar actividades! Rememora Figuereo todo el encanto acumulado por una bodega en la que “jóvenes y no tan jóvenes [acudían] a deleitarse con sus ricos caldos provenientes de sus añejas botas, principalmente finos, olorosos y moscateles, acompañando a los más ricos manjares autóctonos”. Chacinas y olivas, olivas y chacinas. Tanto monta.
¿Y cómo es la Bodega El Carretero? Techumbres cubiertas de tejas árabes y vigas de madera, elevados pilares separados por airosos arcos de medio punto… Sobriedad arquitectónica y, en el centro, la guinda: un patio andaluz tradicional, muy propio para celebraciones sociales y familiares, en las que se sirve la cocina de siempre. Regada con muy buen vino de Chiclana, claro está. Es más, si hablamos de tapeo, la referencia a esta bodega es casi obligada.
Sus vinos
Fino Carretero, Oloroso y Cream. Moscateles, como el Moscatel Dorado, Moscatel Viejo o el Moscatel Naranja. Pedro Ximénez. Vinagre de vino. Son los productos vitivinícolas que podemos encontrar en esta bodega chiclanera de la calle Sor Ángela de la Cruz. Cantina de vino de Chiclana, su oferta gastronómica y ambiente típicamente bodeguero atrae al turismo enológico, y a los visitantes de nuestra localidad en general. Figuereo destaca en su blog enólogo un caldo, el Moscatel Dorado. “Oro” goloso y perfumado escribe, y a la vez fresco.
También se refiere al amontillado de Chiclana, “uno de los vinos más complejos del mundo”, al que el bloguero tilda de vino de “meditación”. Se trata de caldos que “sufren dos tipos de crianza, una primera biológica bajo ‘velo flor’, y otra oxidativa, siendo de una complejidad única”. La uva palomina fina chiclanera es la materia prima de un vino “envejecido en una pequeña solera de 27 botas de roble americano”.
Bodega inquieta
Ya hemos dicho que la Bodega El Carretero es bodega, restaurante, lugar de eventos… Pero es que sus inquietudes van mucho más allá. En septiembre de 2012 acogió la II Feria Internacional de la Cerveza de Chiclana. Ese día, la rubia se coló en las instalaciones de la bodeguita, donde los asistentes tuvieron la oportunidad de degustar y disfrutar de cervezas alemanas, belgas y británicas. Birras de malta, cebada, afrutadas, negras, tostadas, originarias de Irlanda… La cultura del lúpulo se unió, durante unas cuantas jornadas, a la de la vid.
El Carretero es un sitio muy placentero para visitar. Podemos beber vinos olorosos o comprar un buen arsenal, para llevar a casa o regalar a la vuelta de las vacaciones, si se es de fuera de Chiclana, tomar unas copas acompañadas de tortillitas de camarones y otros platos tradicionales, mientras se escucha una conferencia sobre Pablo Neruda o el mecenazgo… Sirve de emplazamiento preparado para albergar eventos especiales. Las opciones de esta bodega del siglo XXI, con tanta historia, dan para mucho.