Los 23 establecimientos de hostelería que participan este año en la Ruta de la Tapa están ya preparados para comenzar a ofrecer sus propuestas a los comensales que, a partir de mañana, podrán disfrutar de esta iniciativa que este año se alargará hasta el 31 de agosto. Durante este mes y medio los chiclaneros y chiclaneras, así como los turistas y visitantes, tendrán la oportunidad de degustar platos de pequeño tamaño pero gran sabor acompañados por una copa de vino de la tierra al módico precio de dos euros. Una oportunidad ideal para disfrutar de la variedad y calidad de la gastronomía local, con propuestas que van desde los tradicionales embutidos hasta las propuestas más innovadoras de la cocina de autor que desarrollan con éxito muchos establecimientos del municipio.

Comer tapas en Chiclana
Así, la tradición vendrá de la mano de las patatas aliñadas de la Peña Emilio Oliva, el montaíto de pringá de la Esquina del Jamón, la tortillita de camarones de la Baguetería Conan, los huevos rellenos de Eldelospintxos, la carne al toro de El pájaro Chico o las tapitas de embutidos (butifarra, chicharrón y morcilla) de las Bodegas Sanatorio.
También desde la cocina tradicional de la localidad u otros puntos de la geografía española llegan las aportaciones de La Abadía y sus pimientos del piquillo, el Rincón Canario con sus papas arrugás con mojo picón, el Cerro del Trigo con el pulpo a la gallega, la Dehesa de Santa María con su salmorejo con bacalao ahumado, las croquetas del puchero con salmorejo de la Peña la Ilusión, la mini hamburguesa de La Marítima, los chipirones a la riojana del Bar Raúl o el solomillo a la pimienta del Bar Adolfo.
Con aires más novedosos también participan de esta Ruta de la Tapa 2009 la ensalada marinera de la Rivera del Río, el montaíto de la dieta de La Alameda, el mini rollito de trigo a los dos quesos y jamón del Etnicafé, el pinchito de pollo sobre nube de crema de yogur de El Cabildo, la tortilla de verduras de El Cafetal, el paté de mariscos del Mesón Lorena, el revuelto de zarangollo de la Tapería calle Nueva, la patata confitada de la Tapería del Río o las costillas al horno con salsa de soja, ostras y especias de A Rompecopas.
Este año se han incrementado en gran medida los premios para aquellas personas que participen en la ruta y que al menos consuman 10 de las 23 tapas incluidas, votando luego por su preferida. Entre ellos se encuentran lotes de productos gastronómicos, cenas en varios establecimientos de la ciudad, libros de cocina, relojes, etcétera. El objetivo es incentivar el consumo de las tapas, aumentando la cantidad de personas que ya se acercan a los establecimientos atraídos por la calidad de sus tapas.
Además, se trata de un evento con el que se pretende atraer a numerosos turistas hasta el centro del municipio gracias al buen hacer de las cocinas chiclaneras. Para ello se distribuirán 500 carteles y 10.000 folletos en los que se indicarán los establecimientos participantes. En ellos, y como novedad, aparecerán fotografías de las tapas de esta edición, además de varias rutas, para hacer más sencillo la visita a varios restaurantes y bares en una jornada, sobre todo de los veraneantes.