Desde el viernes y durante todo el fin de semana, un centenar de personas serán los encargados de protagonizar el Belén Viviente de Chiclana, una iniciativa que se desarrolla por segunda vez, y que es fruto del trabajo de un grupo de chiclaneros en colaboración con el Ayuntamiento y distintas empresas locales.
El Belén Viviente podrá visitarse, gratuitamente, de cinco a nueve de la noche el viernes y el sábado, y de doce a tres de la tarde, y cinco a ocho el domingo, en la calle Arroyuelo, situada en frente del Centro Médico. En este sentido, el concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Chiclana, Agustín Díaz, precisó que el cambio de emplazamiento servirá para acoger a un mayor número de público. En concreto, el año pasado, el Belén recibió unas 5.000 visitas. En este punto, el concejal quiso agradecer a la empresa que ha facilitado el local «por haberlo hecho a coste cero para las arcas municipales».
Esta edición del Belén Viviente está llena de novedades, como la instalación de quioscos y puestos tradicionales que estarán en el exterior del recinto, tal y como indicaron desde el Ayuntamiento de Chiclana.
Uno de los responsables de la representación Antonio Sánchez explicó que quienes la visiten podrán contemplar una gran diversidad de personajes, como panaderos, herreros, carpinteros, costureras, castañeras y vendedores con sus puestos tradicionales, así como a San José, la Virgen María y el Niño Jesús, Herodes, Herodías o los Reyes Magos. También se recrearán escenarios como una sinagoga, el Palacio Romano, o el propio portal de Belén, dentro de la reconstrucción hecha de la plaza de un pueblo hebreo de la época.
Asimismo, y tal y como sucedió en la edición anterior, entre los actos previstos por los organizadores de este Belén, destaca la imposición de un sello a todos aquellos que lo visiten, así como la posibilidad de firmar en un libro de visitas, que servirá para realizar un censo de visitantes.