Con el uso de un insecticida de bajo impacto medioambiental y baja toxicidad, la Delegación Municipal de Medio Ambiente, a través de las empresas Chiclana Natural y Athisa, ha comenzado el tratamiento de la plaga endémica de procesionaria que por estas fechas afecta a los pinares públicos de la localidad gaditana.
Según informaron desde el Diario de Cádiz, las principales zonas de actuación de la plaga se centran concretamente en los pinares de El Hierro, La Barrosa y la costa de Sancti Petri, donde este insecto es uno de los agentes causantes de urticarias y alergias en personas y animales domésticos. Según las propias palabras del edil de Medio Ambiente, Nicolás Aragón, «el objetivo de estas tareas consiste en minimizar los problemas que acarrea la presencia de este insecto, especialmente en las áreas más próximas a los núcleos residenciales».
Propagación aérea
En este sentido, el concejal precisó que el principal problema que acarrea esta oruga, que se manifiesta principalmente desde final del invierno hasta mitad de la primavera, es que está recubierta de unos filamentos urticantes que se propagan por el aire y que en contacto con la piel y los ojos puede provocar irritación. Dicho insecto se alimenta de las hojas de los pinos provocando que estas se sequen y se caigan.
Además, desde la Delegación Municipal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Chiclana se ha insistido a los vecinos de la zona en que no descuiden el cuidado de los pinos que se encuentren en sus fincas particulares. Esto es fundamental, teniendo en cuenta que, a pesar de que el daño que ejercen las plagas de procesionaria rara vez provocan la muerte total del árbol al que atacan, si es cierto que la defoliación del insecto debilita a dichos árboles facilitando en gran medida el ataque posterior de otras plagas.